Bitcoin en Costa Rica, una realidad que avanza lento

Alrededor del mundo, comercializar bitcoin (BTC) avanza con rapidez, pero Costa Rica se enfrenta a una realidad distinta aún  cuando, a nivel regional, se han  desarrollado casas de cambio de este tipo de monedas.

Pero, ¿qué es el Bitcoin? Se trata de una moneda virtual creada en el año 2008 la cual opera con un servidor que “libera” cierta cantidad de monedas y permite realizar transacciones sin tener la información personal de los dueños de las cuentas ni el lugar desde donde se está realizando. En el 2013 esta moneda podía comprarse en el mercado en $19. Sin embargo, su gran aceptación a nivel mundial ha logrado lanzar su valor y hoy, cada uno cuesta más de $1.000, de allí que incluso algunas empresas de operaciones cambiarias vendan fragmentos de la moneda para aquellos que requieran realizar transacciones pequeñas.

Entre las principales ventajas se encuentran que es una moneda descentralizada; es decir, su circulación no depende de la intermediación de terceros lo que se refleja en los bajos costos de transferencia e inclusive pueden ser totalmente gratuitas cuando se transa a través de casas cambiarias que se encuentran en países que cuentan con regulaciones para este tipo de monedas virtuales.

En Costa Rica, pese a contar con toda la infraestructura tanto física como humana (profesionales capacitados para programar), su implementación es muy rudimentaria ya que aún las personas no tienen conocimiento al respecto o simplemente no entienden cómo funcionan estas transacciones. Algunos inversionistas en este país ven la oportunidad de trabajar con bitcoins pero dada la nula regulación se sienten carentes de un sistema que los respalde a diferencia de países de avanzada como Japón donde ya es considerada una moneda y por lo tanto se encuentra totalmente normada.

En este mismo sentido, el Banco Central de Costa Rica ha expresado que pese a que se encuentran atentos al desarrollo y evolución de esta tecnología no consideran necesario regularlo a corto o mediano plazo porque los costarricenses no están interesados en ella todavía. Además señalan que al tratarse de una moneda que no es de curso legal no tiene un emisor confiable ni tangible que respalde los movimientos transaccionales.

A pesar de que son muy pocos los usuarios de este sistema de transacciones en Costa Rica, algunas personas están realizando “minería” de otras monedas virtuales, como la dash; esto significa que hay personas capacitadas para manejar los sistemas que están desencriptando o “desbloqueando” las transacciones que realizan otras en monedas virtuales y esto, es “recompensado” por el sistema con un número determinado de monedas que se le regalan a quienes minen las transacciones por los servicios realizados.

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